«Huevos ecológicos de Lecera: una alimentación sostenible y deliciosa que conecta con la naturaleza» «Descubre la experiencia única de degustar huevos ecológicos de Lecera y su influencia positiva en nuestra salud y en el medio ambiente» «La elección consciente de consumir huevos ecológicos de Lecera, un pequeño gesto que impacta de forma significativa en el cuidado de la tierra y en nuestra calidad de vida»

Los pistachos son uno de los frutos secos más conocidos y apreciados en todo el mundo. En Lécera, un pequeño pueblo en la comarca de Campo de Belchite en Aragón, España, también se cultivan pistachos.

La historia de los pistachos en Lécera se remonta a finales de los años 90, cuando un grupo de agricultores decidió introducir este cultivo en la zona. A pesar de que al principio hubo algunas dificultades debido al clima y al suelo de la región, los agricultores perseveraron y poco a poco lograron adaptar el cultivo de pistachos a las condiciones locales.

Con el paso de los años, la producción de pistachos en Lécera ha ido creciendo y consolidándose, convirtiendo a este pueblo en uno de los principales productores de este fruto seco en la región. Los agricultores han ido mejorando las técnicas de cultivo y de procesamiento, lo que ha permitido obtener pistachos de alta calidad y con un sabor único.

Actualmente, los pistachos de Lécera son reconocidos por su excelente sabor y textura, y son muy apreciados tanto a nivel local como a nivel nacional e incluso internacional. Además, la producción de pistachos ha contribuido a dinamizar la economía local y a crear empleo en la zona.

En resumen, la historia de los pistachos en Lécera es un ejemplo de cómo la perseverancia, el esfuerzo y la dedicación pueden convertir un cultivo innovador en una actividad de éxito que beneficia a toda una comunidad.
Los pistachos son uno de los frutos secos más conocidos y apreciados en todo el mundo. En Lécera, un pequeño pueblo en la comarca de Campo de Belchite en Aragón, España, también se cultivan pistachos. La historia de los pistachos en Lécera se remonta a finales de los años 90, cuando un grupo de agricultores decidió introducir este cultivo en la zona. A pesar de que al principio hubo algunas dificultades debido al clima y al suelo de la región, los agricultores perseveraron y poco a poco lograron adaptar el cultivo de pistachos a las condiciones locales. Con el paso de los años, la producción de pistachos en Lécera ha ido creciendo y consolidándose, convirtiendo a este pueblo en uno de los principales productores de este fruto seco en la región. Los agricultores han ido mejorando las técnicas de cultivo y de procesamiento, lo que ha permitido obtener pistachos de alta calidad y con un sabor único. Actualmente, los pistachos de Lécera son reconocidos por su excelente sabor y textura, y son muy apreciados tanto a nivel local como a nivel nacional e incluso internacional. Además, la producción de pistachos ha contribuido a dinamizar la economía local y a crear empleo en la zona. En resumen, la historia de los pistachos en Lécera es un ejemplo de cómo la perseverancia, el esfuerzo y la dedicación pueden convertir un cultivo innovador en una actividad de éxito que beneficia a toda una comunidad.

HUEVOS DE LECERA

RECETA

«Delicioso puré de patata con puerros, el acompañamiento perfecto para cualquier plato. Con la cremosidad de la patata y el sabor suave de los puerros, esta combinación es una verdadera delicia para el paladar.»

En Aragón, el cultivo del puerro tuvo gran relevancia durante la Edad Media, siendo considerado un alimento básico en la dieta de la población. Su producción se extendió por toda la región, siendo especialmente valorado por su resistencia a las condiciones climáticas adversas. Hoy en día, el puerro sigue siendo un ingrediente importante en la gastronomía aragonesa, destacando en platos como el tradicional escabeche de puerro.

Ingredientes:

4 huevos de gallinas ecológicas
4 patatas medianas
100 g de pistachos
Aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:

Para hacer la tierra de pistacho, triturar los pistachos en un procesador de alimentos hasta obtener un polvo grueso. Reservar.

Pelar las patatas, cortarlas en trozos y cocer en agua con sal hasta que estén tiernas. Escurrir y hacer puré con un tenedor o un pasapurés. Añadir un chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Reservar.

En una olla grande, llevar agua a ebullición y añadir una pizca de sal. Bajar el fuego a fuego medio-bajo.

Para hacer los huevos poché, romper un huevo en un cuenco pequeño. Remover el agua con una cuchara y, con mucho cuidado, deslizar el huevo en el agua sin romper la yema. Cocinar durante 3-4 minutos, hasta que la clara esté cocida pero la yema siga líquida. Retirar con una espumadera y escurrir sobre papel de cocina. Repetir el proceso con los otros huevos.

Para montar el plato, colocar una porción de puré de patata en el centro de un plato hondo. Colocar encima un huevo poché y espolvorear con la tierra de pistacho.

«La inteligencia emocional es fundamental para navegar por la complejidad de la vida; en la edad media, la conexión con las emociones era vista como un signo de sabiduría y fortaleza. La naturaleza nos enseña que las emociones son parte esencial de nuestra existencia y debemos aprender a gestionarlas con sensibilidad y empatía.»

Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?