Había una vez en Fuendetodos, un pequeño pueblo de la comarca de Belchite en Aragón, donde se celebraba una feria gastronómica en honor a los productos locales. En esta feria, se reunían los mejores productores de la región para mostrar sus delicias culinarias.
En otro puesto se encontraba Don Miguel, un pescador de conquistas del reino de Aragón, que traía consigo el mejor bacalao desalado de la región. Don Miguel había aprendido a preparar la brandada de bacalao de su abuela, quien le enseñó todos los secretos de este plato tan tradicional en la gastronomía aragonesa.
400g de bacalao desalado
1 cebolla
2 dientes de ajo
200ml de aceite de oliva
Aceitunas borbonas de Belchite
Pimientos de piquillo
Trabelchinis pan de molde
Mermelada de tomate
Instrucciones:
Cocinar el bacalao en una olla con agua hasta que esté tierno. Una vez cocido, desmenuzarlo y reservar.
Picar la cebolla y los ajos finamente y sofreír en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Añadir el bacalao desmenuzado a la sartén y cocinar durante unos minutos.
Agregar las aceitunas borbonas de Belchite picadas y los pimientos de piquillo en tiras.
Cocinar todo junto durante unos minutos, removiendo constantemente.
Mientras tanto, cortar los trabelchinis en tiras y cocinar en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Para el montaje, colocar la brandada de bacalao en un plato, acompañar con el picadillo de olivas y pimientos.
Decorar con los trabelchinis y un poco de mermelada de tomate .
Mermelada de tomate de la huerta de Aragón
1 kg de tomates maduros de la huerta de Aragón
500g de azúcar
El zumo de 1 limón
1 ramita de canela
Instrucciones:
Lava los tomates y córtalos en trozos pequeños, retirando las semillas si lo prefieres.
En una olla grande, coloca los tomates, el azúcar, el zumo de limón y la ramita de canela. Cocina a fuego medio-alto, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue en el fondo de la olla.
Cocina la mezcla durante aproximadamente 45 minutos, o hasta que los tomates estén bien deshechos y la mezcla haya adquirido una consistencia espesa.
Retira la ramita de canela y deja enfriar la mermelada antes de guardarla en frascos esterilizados.
Conserva la mermelada en un lugar fresco y oscuro, y disfruta de ella en tus desayunos o meriendas. ¡Buen provecho!)
Y en un rincón del mercado, se encontraba el puesto de Doña Carmen, una mujer apasionada por la agricultura que cultivaba los mejores tomates de la huerta de Aragón. Con sus tomates maduros y jugosos, Doña Carmen preparaba la deliciosa mermelada de tomate que tanto gustaba a los visitantes de la feria.
Receta de pan de molde
500 g de harina de trigo
10 g de levadura fresca
10 g de sal
30 g de azúcar
40 g de mantequilla
300 ml de leche tibia
1 huevo
Instrucciones:
En un bol grande, mezclar la harina, la levadura desmenuzada, la sal y el azúcar.
Agregar la mantequilla derretida y la leche tibia, y mezclar todo hasta obtener una masa homogénea.
Amasar la masa sobre una superficie enharinada durante unos 10 minutos, hasta que esté elástica y suave.
Colocar la masa en un bol engrasado, cubrir con un paño húmedo y dejar reposar en un lugar cálido durante aproximadamente una hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.
Precalentar el horno a 180°C.
Colocar la masa en un molde para pan de molde previamente engrasado, y dejar reposar durante otros 30 minutos.
Batir el huevo y pincelar la superficie del pan.
Hornear durante unos 40-45 minutos, o hasta que esté dorado y suene hueco al golpearlo por debajo.
Sacar del horno y dejar enfriar antes de desmoldar y cortar en rebanadas. ¡Listo para disfrutar!)
Los tres productores, Doña Rosa, Don Miguel y Doña Carmen, decidieron unir sus productos en una colaboración culinaria inédita. Así nació la receta de Brandada de Bacalao con un picadillo de olivas borbinas de Belchite y Pimientos de piquillo, decorada con trabelchinis y mermelada de tomate.
La receta se convirtió en un éxito en la feria gastronómica de Fuendetodos, conquistando los paladares de todos los visitantes y dejando una huella imborrable en la historia culinaria de la región. Desde entonces, esta deliciosa combinación de sabores se convirtió en un plato emblemático de la gastronomía aragonesa, recordando la tradición y el sabor de los productos locales.
